Una buena canción no es sólo la que te haga bailar. Ni aquella con la que al escucharla te sientas identificado. Huelga decir que tampoco es la que reina en las televisión ni la que dicta las radios.
Una buena canción es la que tiene aún más valor al leerla que al oírla.
(...)
Merezco que huyas cada vez que te sorprendo.
Regalo el cielo y luego cobro un precio.
¿Y cual es la verdad?
Pues que de tanto buscarme me he perdido,
nunca quise arrastrarte conmigo
pero, tu te empeñaste y ahora ¿Cómo explicarte?
Que a menudo me despierto borracho en los portales.
Y aunque no se ni mi nombre sé que quiero abrazarte.
Te olvido pero, en el fondo te recuerdo y me digo
"¿Qué hay de falso en lo que muestro
,de cierto en lo que escondo?"
Yo nací para echar piedras y romper el tejado
que protege tu futuro, porqué pasé el pasado
soñando algo a lo que te pareces.
Si ahora mi reino se desvanece, me opongo.
¿Te tengo? ¿Me comprendes?
¿Te quiero o simplemente lo supongo?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

Tienes razón. Supongo ;)
Es que Rafa sabe lo que se hace.