
Una noche. Un bar. Un pensamiento. Grietas en el techo. Lo prometido es deuda...
En mi post anterior comentaba lo hipócrita que somos al negar la evidencia de que nos gustaría llegar a lo más alto. ¿Pero dónde está realmente lo más alto? ¿Dónde está el techo de cada uno?
Me encanta Heath Ledger. Me encanta Kurt Kobain. Sus muertes son ejemplos claros de grietas en el techo. Básicamente, al tocar el cielo, te das cuenta de que no lo tienes todo. Que lo que te llena está mucho más abajo. Entonces llega el momento de huir contracorriente, de cruzarte con todos aquellos que anhelan estar en tu posición. Todos aquellos que al verte de vuelta reniegan de ti. Todos aquellos que no saben que algún día, serán Tu.

Corto, corto... pero no tengo tiempo!
Llevo todo el puto día intentando dejarte un comentario. Y esta mierda no me deja!!
Bueno, como estaba diciendo... Escribes muy bien ^^. Mola.
¿No dicen que la felicidad no es la meta sino el camino hacia ella? ¿Qué más da en qué dirección caminemos? El caso es no detenerse. Está en nuestra naturaleza intentar subir cada vez más alto. También forma parte de nosotros equivocarnos e intentar corregir nuestros errores. Y descubrir cuánto aprecias algo una vez que lo has perdido.
Creo que lo que he dicho no tiene sentido. Da igual, tengo hambre, me voy a cenar.
Besos
sí! lo he conseguido!
Culo. Buen texto