
Una noche. Un bar. Un pensamiento. Grietas en el techo. Lo prometido es deuda...
En mi post anterior comentaba lo hipócrita que somos al negar la evidencia de que nos gustaría llegar a lo más alto. ¿Pero dónde está realmente lo más alto? ¿Dónde está el techo de cada uno?
Me encanta Heath Ledger. Me encanta Kurt Kobain. Sus muertes son ejemplos claros de grietas en el techo. Básicamente, al tocar el cielo, te das cuenta de que no lo tienes todo. Que lo que te llena está mucho más abajo. Entonces llega el momento de huir contracorriente, de cruzarte con todos aquellos que anhelan estar en tu posición. Todos aquellos que al verte de vuelta reniegan de ti. Todos aquellos que no saben que algún día, serán Tu.
